la noche esta por acabar y las sabanas inquietas aún suspiran esperando escuchar una vez más el sonido de su voz. sobre ellas yace el joven amante , acostado en un rincón, aferrando al recuerdo de aquel hombre que jamas logró olvidar . sos rojos labios no pronuncian una palabra, su cuerpo impaciente recorre la cama, los pensamientos frenéticos lo inundan y desbordan en el caos de la silenciosa habitación. de pronto un az de luz se cuela por debajo de la puerta, y con el acaba la tan dolorosa espera y el frio de la soledad. ni una sola palabra fue necesaria, los amantes dominan su propio codigo, sin señas ni gestos, un lenguaje secreto que se vale del tenue reflejo de la luz sobre sus ojos. poco a poco se despojaron de sus nombres, sus trabajos, de las obligaciones, de sus credos, de sus miedos y beso a beso la pasión dominó por sobre la razón. pero nada es eterno, el sol anuncia su regreso y con él la rutina de la cual no podrán escapar. el hombre camina hacia el baño, el joven temeroso balbusea un te amo, pero no hay respuesta alguna que escuchar. el silencio, el horrible ruido del silencio, que desgarra las almas de quien desnuda su corazón. el hombre cierra la puerta del baño y comienza a arreglarse. silencio y más silencio, ni las aves se atreverían a interrumpir tan dolorosa desición. al volver a la habitación el hombre llama al joven, "tenemos que hablar" le dice con voz honda y firme, casi sepulcral. y otra vez silencio, como odio el silencio. se acerca al joven, toca su cuerpo tibio, sus dulces labios, y más silencio. las rendijas de la perciana indican que ya es hora de partir, pero el silencio, el inquieto silencio, el poderoso silencio y.... un momento. pueden oirlo? el hombre esta llorando. no entiendo, algo no esta bien, tal vez algo nunca estuvo bien, tal vez ya sea demasiado tarde. le da un beso en sus frios labios, se pone de pie y vuelve otra vez con su mujer.
foto desde mi habitación
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