
La sensualidad se escapa de tu boca y me somete a un deseo inexplicable, esa necesidad ineludible de sentir tu piel rozando la mía, escapandome de todo lo mundano para ser solo tú y yo...
Tu cuerpo me llena de extrañas sensaciones que me son imposibles de dejar, me he vuelto adicto a tus labios, y el ancho de mi espalda te protege de todo aquello que intente dañarte.
Es un instante, estamos solos. Quiero perderme en este momento. Es el placer que me deslumbra de ser uno los dos.
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